Israel prosiguió ayer las labores de extinción del mayor incendio forestal de su historia, que se declaró hace tres días cerca de Haifa y que ha causado 42 muertos. Más de 17.000 personas han sido evacuadas y cerca de 4.000 hectáreas de bosques han ardido. Aviones (en la imagen, un hidroavión griego) y bomberos extranjeros se han unido a la batalla contra el fuego. La policía dice que los primeros indicios apuntan a que fue causado por una negligencia. Dos personas han sido detenidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2010