Celebración, escrita en 1999, fue de las últimas obras de Harold Pinter y una de las muchas que él mismo dirigió. Concretamente la puso en pie en un programa conjunto en el que presentaba también su primera obra, The room, en el Almeida Theatre de Londres, en la primavera de 2000, pocos años antes de su fallecimiento.
Esta soberbia pieza en la que Pinter pone de relieve los meandros por los que discurren las relaciones de poder (sentimental, económico, social, cultural...) en una sociedad tan deteriorada como la nuestra, nos llega ahora al teatro Valle-Inclán, sede del Centro Dramático Nacional, con una original puesta en escena de Carlos Fernández de Castro, hombre de teatro formado al lado de profesionales de primerísimo nivel como Francisco Nieva, Fabià Puigserver, Miguel Narros, José Luis Alonso, José Luis Gómez, Manuel Collado o Lluís Pasqual (durante cuatro años fue su ayudante de dirección en el Centro Dramático Nacional).
La dirección, si bien se arriesga en exceso en lo que a música y vestuario se refiere, sí logra que los actores (Sergio Otegui, Lola Baldrich, María Casal, Miguel Rellán, Jesús Cisneros, Gabriel Garbisu, María José del Valle, Javier Román, Rodrigo Mendiola y Usun Yoon) aborden maravillosamente su trabajo, con una sutileza e inteligencia inusuales en un escenario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2010