No sé cuánto va a contribuir a aliviar la deuda pública el que se suprima la ayuda de 426 euros a los parados de larga duración, ni tampoco si logrará contentar a los "mercados".
Lo que sí sé es que supone la eliminación de la última red que le queda a la gente más castigada por la crisis y puede provocar un auténtico estallido social. También sé que a muchos, quizás les sirva para tener aún más claro a quién no votar en las próximas elecciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2010