Los días 7 y 8 de diciembre, el Congreso de los Diputados celebrará sus jornadas de puertas abiertas.
No estaría de más que, en la entrada, se colocara un ejemplar de la Constitución y, junto a él, un libro de reclamaciones para que cada ciudadano señale el artículo que, a su juicio, merece ser especialmente recordado por su flagrante incumplimiento.
Este año, yo elegiría el artículo 47, que después de enunciar el derecho de todos a una vivienda digna, continúa así: "Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación".
Me pregunto hacia dónde miraban esos poderes públicos, y me refiero a todos, a los estatales, a los autonómicos y también a los locales, mientras los especuladores inmobiliarios campaban a sus anchas por toda la geografía española.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de diciembre de 2010