Ni el temporal, primero de nieve y luego de lluvia, ni el caos en los aeropuertos por la huelga salvaje de los controladores han impedido que Santiago vuelva a estar atestado en el último puente del Año Santo. La ciudad vieja hirvió ayer de nuevo de visitantes y por la mañana se formaron larguísimas colas para acceder a la catedral a través de la Porta Santa, como puede apreciarse en la fotografía. El conselleiro de Cultura, Roberto Varela, insistió ayer en que el año se cerrará con 8,5 millones de visitantes a Galicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de diciembre de 2010