Julian Assange y su abogado, Mark Stephens, intentan concertar un encuentro con la policía británica, que ayer recibió la orden de búsqueda y captura contra el fundador de Wikileaks emitida por Suecia por dos presuntos delitos de violación y acoso sexual. La fiscalía sueca aseguró ayer que ha dado a la Policía Metropolitana de Londres toda la información suplementaria que esta le había requerido, informa Reuters. Los medios de comunicación británicos informaron la semana pasada de que Assange se encuentra en algún lugar del sur de Reino Unido.
"A última hora de la tarde tuve una llamada de la policía, que me dijo que ha recibido una orden de extradición de Suecia", dijo ayer Stephens a la BBC. "Su petición es interrogar a Assange. No hay ningún cargo contra él. Estamos concertando una cita de mutuo acuerdo con la policía para facilitar las respuestas que necesite", añadió.
El banco suizo Postfinance cancela la cuenta del fundador del portal
Mientras tanto, se multiplican las restricciones económicas al portal de filtraciones en la Red. El banco suizo Postfinance anunció ayer su decisión de unirse a PayPal y eliminar otra importante vía de financiación de Wikileaks. Canceló su cuenta bancaria alegando que Julian Assange había mentido sobre su residencia. Además, los servidores de Wikileaks en Suecia fueron saboteados otra vez, con un nuevo ataque de lo que se conoce como denegación de servicio online. En respuesta, el colectivo de hackers (piratas informáticos) Anonymous, que ha manifestado públicamente su apoyo a la organización de Assange, anunció repetidos ataques cibernéticos contra las empresas que cedan a las presiones de EE UU.
Anoche, Wikileaks contaba con más de 500 espejos, sitios con réplicas exactas del portal web original, seis de ellos alojados en dominios españoles. Los documentos de Wikileaks se hallan albergados en unos servidores a los que se accede a través de la dirección IP http://213.251.145.96/. Hasta el viernes se podía entrar en ella a través del nombre genérico Wikileaks.org, pero ese día el gestor de dominios EveryDNS, radicado en EE UU, inhabilitó esa dirección. Cedía así a la presión del Capitolio, que ha forzado a diversas empresas, como Amazon o PayPal, a que rescindan fulminantemente sus servicios a Wikileaks. En Francia, sin embargo, la justicia no ha impuesto el cierre al servidor OVH, que alberga parte del contenido del portal.
En una semana, Wikileaks perdió su dominio principal, su alojamiento y su principal vía de recaudación de donaciones, que canalizaba PayPal, propiedad de la empresa Ebay. Washington, sin embargo, ha menospreciado el poder de lo que se ha venido a llamar en la Red el efecto Streisand: el intento de eliminar un contenido online acaba con la consecuencia de una propagación persistente. Barbra Streisand intentó en 2003 eliminar unas fotos de su casa en Internet por vía judicial, pero las instantáneas se convirtieron en un fenómeno viral, circulando por miles de páginas web.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de diciembre de 2010
