La mujer víctima de malos tratos que en mayo del año pasado mató a su esposo con una de las pesas que este utilizaba para muscularse en el domicilio que compartían en A Coruña fue condenada por la Audiencia Provincial a 15 años de cárcel. El jurado popular la consideró culpable después de que ella misma reconociese en el juicio que el día en que murió su marido estaba "tranquilo". Según esta declaración, la agresión por parte de ella no se produjo en defensa propia, y en consecuencia la pena impuesta por la Audiencia no castiga un homicidio, sino un asesinato. No obstante, los jueces determinaron para ella la mínima de las condenas posibles establecidas para este delito por el Código Penal.
Según el tribunal, la procesada actuó con alevosía y él no tuvo opción a defenderse. Ni la agresora víctima de malos tratos ni el cadáver presentaban marcas y heridas consecuentes de un posible forcejeo y en el escenario del crimen, completamente ordenado, tampoco había señales de pelea. Ella, según el jurado, actuó de manera consciente y con rapidez, cuando su marido, deportista y más fuerte que ella, estaba tranquilo en la cama. El golpe lo pilló completamente desprevenido.
El jurado popular, después de considerarla por esta razón culpable de asesinato, se declaró a favor del indulto, y en la sentencia se especifica que la Audiencia solicitará la libertad para esta mujer al Gobierno. El abogado defensor de la acusada solicitó para su clienta, después de conocerse el fallo del jurado popular, que la condena se limitase a poco más de siete años de prisión. La Fiscalía, por su parte, reclamó para esta vecina del barrio del Agra do Orzán una pena de 18 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de diciembre de 2010