La Audiencia de Valencia ha absuelto al falso sacerdote de Picassent, conocido como padre Ángel, de los delitos de estafa, apropiación indebida y fraude fiscal por los que ha sido juzgado. Según la sentencia, no ha quedado demostrado que las donaciones que recibió de sus seguidores se realizaran bajo engaños o manipulación psicológica.
El fallo de la sección tercera sostiene, además, que no ha quedado aclarado si el procesado fue ordenado sacerdote de la Iglesia Católica Apostólica Romana, o bien lo fue en el seno de otra comunidad también católica. Reconoce, eso sí, que los fieles, movidos por el fervor religioso, le entregaron parte de sus bienes (desde pisos a dinero, pasando por joyas) "sabiendo lo que hacían y en pleno ejercicio de su libertad, sin que se advierta razón alguna para estimar que lo realizaron baja coacción o engaño alguno". Sin embargo, el tribunal ha anunciado que, una vez sea firme, la sentencia será comunicada a la Agencia Tributaria por si estima que el supuesto sacerdote ha podido cometer alguna infracción tributaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de diciembre de 2010