El nuevo informe PISA revela, una vez más, el bajo nivel académico de los estudiantes españoles y, por tanto, comienza de nuevo la discusión sobre el modelo educativo.
La cuestión, bajo mi punto de vista, no es el modelo educativo o que los españoles seamos más tontos que el resto. La cuestión es: ¿por qué iban a tener motivación para estudiar los jóvenes en España?
Mi mujer tiene un máster en gestión cultural, una licenciatura en Historia del Arte y casi acabada otra diplomatura, además de cursos de idiomas. Yo soy ingeniero informático, MBA y tengo titulación en la Escuela Oficial de Idiomas. El mejor trabajo que ambos hemos conseguido ha sido poner bebidas en trenes o aviones.
De lo que hemos estudiado no merece la pena trabajar por los bajos salarios y la precariedad.
Los referentes sociales de éxito son modelos, futbolistas, cantantes... y no son referentes ninguno de los colectivos de profesionales que soportan la sociedad en que vivimos. Así pues: ¿el problema es el modelo o la motivación?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de diciembre de 2010