Les gusta la calle y la carcajada. Son comediantes que se ganan la vida a golpe de equilibrios, piruetas y gags. Han actuado en capitales europeas como París, Londres, Madrid o Barcelona, pero nunca en su ciudad, Valencia. Después de año y medio de tira y afloja con el Ayuntamiento de Valencia, la Associació Valenciana de Circ ha cerrado un convenio para asentar un circuito teatral de calle que de momento solo tendrá de escenarios los parques de Viveros, Oeste y Cabecera. "Vimos hasta una decena de lugares, el paseo Marítimo, la plaza del Muvim, la del Doctor Collado, la Almoina, Lope de Vega o la plaza del Carmen", explica el gerente de la Associació, César García. Pero de la lista eliminaron las que no tienen mucha afluencia de gente y las que son zonas acústicamente saturadas -plazas de Lope de Vega y Doctor Collado-.
Cuatro grupos abren este domingo a las 11 de la mañana en Viveros esta experiencia piloto. "Si el público responde, se prolongará", comenta García. El Consistorio, que no permite las actuaciones en la calle, se pensará si abre la mano en las ordenanzas municipales.
Será un circo contemporáneo, sin animales, sin carpa, al raso. "Queremos que la gente se ría y disfrute", añade Juan, Juanín. "Es una buena oportunidad para que el público valenciano se forme en este tipo de circuitos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de diciembre de 2010