"Si no fuera por el aspecto deportivo, el Betis sería Vietnam", afirmó ayer el entrenador del conjunto andaluz, Pepe Mel. En situación preconcursal y con una deuda reconocida de 65 millones de euros, el nuevo equipo de gobierno de la entidad, presidido por Rafael Gordillo, se ha encontrado además con que 18 jugadores, entre componentes de la plantilla de la pasada temporada y de la actual, han elevado a la AFE un total de 27 denuncias por el impago de 9,4 millones en concepto de salarios.
"No tenemos dinero para afrontar estas reclamaciones", afirma José Antonio Bosch, vicepresidente del Betis. Representantes del club se reunirán la próxima semana con los directivos de la AFE para buscar una salida y será durante la ejecución de la Ley Concursal cuando se irán afrontando las deudas con los numerosos acreedores que acosan al club. Al menos, en lo deportivo, el Betis es el líder de la Segunda División.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de diciembre de 2010