Con al menos dos balazos, uno en cuello y otra en el pecho. Así hallaron los policías de la Brigada de Seguridad Ciudadana a un hombre que fue asesinado en el poblado de venta de droga de Las Barranquillas, en Villa de Vallecas. El fallecido carecía de documentación, aunque las primeras investigaciones apuntan a que se trata de un ciudadano lituano de unos 30 años de nombre Arturo. Así lo explicaron algunos asiduos de esta zona marginal, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Sobre las 12.40, la sala del 091 (el teléfono de emergencias del Cuerpo Nacional de Policía) recibió una llamada en la que trabajadores del servicio móvil antidroga avisaban de que acaban de oír unos disparos en la zona de Las Barranquillas y que había un hombre tirado en el suelo. Cuando llegaron los agentes de Seguridad Ciudadana, el hombre ya estaba sin vida. Los facultativos de una UVI del Samur-Protección solo pudieron certificar la muerte, según una portavoz de Emergencias Madrid.
La víctima iba indocumentada. Los investigadores del Grupo X de Homicidios tan solo cuentan con el testimonio de algunos habituales de la zona, por lo que hasta el momento no saben la identidad real y si tiene algún tipo de antecedentes policiales o penales. Al cuerpo se le practicará hoy la autopsia en el Instituto Anatómico Forense. Esta determinará si la víctima recibió más disparos o solo las dos que se le apreciaban ayer desde fuera.
Huellas dactilares
Los agentes de Policía Científica tomaron muestras de sus huellas dactilares para cotejarlas con los archivos y poder descubrir así su identidad. Los primeros indicios apuntan a un posible ajuste de cuentas por venta de drogas a pequeña escala, pero no se descartan otro tipo de hipótesis, según fuentes del caso. Este crimen eleva a 38 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.
Por otra parate, un hombre de unos 35 años que se había encaramado a un poste eléctrico en las inmediaciones de Veldemingómez, también en Villa de Vallecas, murió ayer tras sufrir una descarga eléctrica y caer desde unos ocho metros de altura.
Cuando han llegado al lugar sanitarios del Samur-Protección Civil la víctima presentaba quemaduras en brazos y pecho, así como un fuerte golpe en la cabeza como consecuencia de la caída.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de diciembre de 2010