El juez decretó prisión incondicional para el turista británico que prendió fuego a la habitación que ocupaba junto con su madre en el hotel Ambassador de Benidorm. El siniestro se produjo el martes a primera hora de la mañana y motivó el desalojo del edificio. El detenido negó al magistrado ser el autor del incendio. El incendio provocó la hospitalización de nueve personas, dos trabajadores del hotel y siete turistas, todos ellos británicos. Dos de los heridos permanecían ayer hospitalizados.
El magistrado también interrogó, en calidad de testigos, al director del hotel y a los perjudicados que ya habían sido dados de alta. Fuentes de la investigación han confirmado que el turista detenido es un pensionista británico con incapacidad mental, circunstancia acreditada en el proceso por un representante del consulado británico. A ello se unió la importante ingesta de bebidas alcohólicas el día de los hechos, que coincidió con su 50º aniversario. La policía sospecha que antes de acudir al hotel, el pirómano había prendido fuego a la terraza de un bar e intentado incendiar otro local.
La compañía aseguradora del hotel ha tasado inicialmente los daños causados por el fuego en unos 170.000 euros. Las 20 habitaciones de la planta cuarta, donde se originó el incendio, estarán cerradas esta Navidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de diciembre de 2010