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El fiscal niega que Las Cruces encontrara ya contaminado el acuífero

La Fiscalía General del Estado cree "insostenible" la teoría de que el acuífero Niebla-Posadas estuviese contaminado con arsénico antes de que empezase la explotación de la mina de Cobre Las Cruces en Gerena (Sevilla), como alega la empresa en defensa de sus cuatro directivos imputados por delito ambiental.

La mina empezó a funcionar en 2003 y cuatro de sus directivos han sido denunciados por la Fiscalía de Medio Ambiente sevillana, a instancias de Ecologistas en Acción, por haber incumplido presuntamente las licencias otorgadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para extraer agua y devolverla, en la misma cantidad y calidad, al acuífero Niebla-Posadas.

En un informe entregado al Juzgado de Instrucción 19, la Fiscalía dice que "se puede suponer que, si los datos presentados por Cobre las Cruces en 2005 mostraban una concentración de arsénico que respetaba los límites legales y en 2008 se superan, es porque existe algo que ha alterado la calidad de las aguas".

Riego y consumo

La Fiscalía, además, está convencida de que "parte del caudal de este acuífero está siendo utilizado para regadío y, en épocas de sequía, incluso se destina a consumo humano", según todos los documentos oficiales consultados, mientras que la única que niega ese uso es la propia Cobre Las Cruces.

La Fiscalía General afirma que "existen dudas razonables de que haya una contaminación natural del acuífero justo en la Zona Este, es decir, en la zona de mayor incidencia de la explotación" minera.

El informe está firmado por una técnica la Fiscalía de Medio Ambiente y otro de la Subsecretaría de Medio Ambiente y su objetivo era comprobar si existe base para afirmar que las concentraciones de arsénico encontradas en el acuífero, situado entre los términos de Gerena, Guillena y Salteras (Sevilla), tienen un "origen natural".

Los técnicos recogen que los valores de arsénico detectados en el agua "muestran valores crecientes dos años después del inicio de la actividad" minera, por lo que "parece bastante claro que la explotación ejerce una influencia real en relación con la concentración de arsénico".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de diciembre de 2010