Grupos armados musulmanes y cristianos se enfrentaron ayer en la ciudad de Jos, en el centro de Nigeria, después de las explosiones ocurridas durante la víspera de Navidad, que causaron la muerte a casi 40 personas en la región. Varios edificios ardían y numerosas personas huían de la ciudad, mientras la policía y el Ejército llegaban al lugar de los choques en un esfuerzo por dispersar a la multitud.
Los disturbios fueron provocados por dos explosiones ocurridas en Nochebuena en aldeas cercanas a Jos, capital del Estado de Plateau, que causaron la muerte de 32 personas y dejaron a 74 gravemente heridas. Paralelamente, tres ataques contra sendas iglesias en la zona se cobraron la vida de otras seis personas. Sin embargo, fuentes de Cruz Roja afirmaron el sábado que no había manera de determinar con exactitud el número de víctimas.
El levantamiento coincide con la precampaña de las elecciones del próximo 13 de enero. Un pacto en el seno del partido en el poder, el Democrático del Pueblo, del presidente Goodluck Jonathan, establece que la dirección del mismo debe rotar entre dirigentes del norte musulmán y el sur cristiano. Muchos observadores temen un estallido de violencia a gran escala durante la campaña electoral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de diciembre de 2010