Con polémica por la titularidad de la adjudicación, el río Miño estrenó ayer nuevo puente, el número 26 de los que lo cruzan, que en este caso une los municipios ourensanos de Castrelo de Miño y Ribadavia. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inauguró la infraestructura, en la que se han invertido casi cuatro millones de euros.
Los socialistas emitieron ayer mismo un comunicado para reivindicar la gestión política del puente, "que fue pensado, licitado y adjudicado" por el anterior Gobierno bipartito. El diputado Pablo López Vidal acusó a Feijóo de "vender compromisos asumidos en la pasada legislatura".
El presidente gallego se refirió al concurso eólico, que permitirá una inversión de 300 millones de euros en la provincia de Ourense "sólo en parques", dijo, a los que habría que sumar los planes industriales asociados. Feijóo anunció la inmediata culminación del eje de O Ribeiro, de la autovía Santiago-Ourense y, en 2012, la de Celanova a la frontera portuguesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de diciembre de 2010