Irán ejecutó ayer a dos hombres a los que acusaba respectivamente de espiar para los servicios secretos israelíes (Mosad) y pertenecer al grupo opositor armado en el exilio Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), al que Teherán considera terrorista. Según un comunicado del Poder Judicial, ambos convictos fueron ahorcados al amanecer en un patíbulo instalado en el patio de la prisión de Evin, situada al norte de la capital.
Al supuesto espía, identificado como Ali Akbar Siadat, se le acusaba de haber recibido 60.000 dólares del servicio secreto israelí a cambio de información clasificada. Su supuesta colaboración se extiende desde 2004 a 2008, año en el que fue detenido cuando trataba de abandonar el país, según el citado documento. "Transfirió al enemigo información sobre bases militares, aviones de combate, accidentes aéreos y sistemas de defensa aérea de la Guardia Revolucionaria", agrega el comunicado oficial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de diciembre de 2010