Justo cuando faltaban 24 horas para que el año 2010 acabara, centenares de personas se congregaron en la Puerta del Sol para tomarse las uvas con amigos y familiares. Acudieron al primero de los dos ensayos de los relojeros encargados de que todo esté listo para las campanadas de final de año.
Disfrazados con todo tipo de atuendos, la lluvia no impidió la algarabía. La Policía Municipal y el Samur desplegaron un dispositivo similar al de Nochevieja para evitar altercados. La noche transcurrió sin incidentes. Los sanitarios solo atendieron a tres personas con heridas de carácter leve, que recibieron el alta en el lugar. A la una de la madrugada, todo quedó despejado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de diciembre de 2010