La vida de Andy Noble gira a 45 rpm. Durante 10 años, este coleccionista, bajista y DJ dirigió Lotus Land, una tienda de discos especializada en soul, funk y hip-hop en vinilo, en Milk-wakee, capital de Wisconsin. Fanático absoluto de los sonidos negros, un día de 2004 el treintañero Noble conoció a Black Wolf, el alias bajo el que se oculta Jesse Davis, un vocalista negro de 55 años que entonces lideraba una oscura banda llamada The Essentials. Enseguida descubrieron su pasión común por el sonido Filadelfia, Curtis Mayfield y ese momento de los primeros setenta en que la frontera entre el soul y el funk no estaba del todo clara. Juntos reclutaron ocho músicos y fundaron Kings Go Forth.
Agazapados en pequeñas giras desarrollando un sonido retro pero vivo, la vuelta del soul les ha reventado justo cuando estaban preparados. Suenan como un cañón y su primer disco, oportunamente titulado The outsiders are back y publicado por Luaka Bop, el sello de David Byrne, a pesar de haber pasado inadvertido es una preciosidad. Trompetas, percusiones, guitarras y voces que el próximo viernes atronarán la Sala Soul, perdón Sol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de enero de 2011