El primer intento del Gobierno ferrolano de aprobar las cuentas del 2011 se frustró ayer en un tenso pleno, aunque el alcalde socialista Vicente Irisarri se aseguró el apoyo al Presupuesto con un plan B. El grupo socialista, que gobierna en minoría, cerró un apurado acuerdo presupuestario con sus ex socios de Izquierda Unida el lunes por la noche y lo llevó a pleno a primera hora de la mañana. La propuesta no altera el montante global de las cuentas (53,6 millones de euros) pero modifica el reparto de varias partidas para cumplir las exigencias de IU y asegurar el voto favorable de sus cuatro ediles, hoy en una nueva sesión.
Desairada e indignada por la falta de tiempo para estudiar los cambios, el resto de la oposición se negó en redondo a debatir el borrador. El PP abandonó un pleno bronco que el BNG tachó de "esperpéntico" y que los ediles de Independientes por Ferrol amenazaron con impugnar. El alcalde, Vicente Irisarri, acabó por suspender la sesión y pospuso unas horas más la aprobación del documento, pese a contar ya con los votos necesarios. IU exigió elevar la partida vecinal hasta los tres millones, asumir la construcción del centro social de Canido -comprometido por la Xunta- incrementar los fondos para la zona rural, reforzar el plan de accesibilidad y las políticas de normalización lingüística, además de urbanizar varias calles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de enero de 2011