Las partículas PM2,5, que un estudio reciente relaciona con la mortalidad por problemas respiratorios debido a su alta presencia en el aire de Madrid, han sido también compañeras habituales de los clientes de bares. Los locales con humo registraban 229 microgramos por metro cúbico, frente a los 25 que la OMS recomienda como máximo, según una investigación de la Universidad de Zaragoza. El dueño de un local de Castellón se declaró ayer insumiso a la nueva ley y llamó a la rebelión de los hosteleros.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de enero de 2011