Del retorno de Pulp, que actuarán en el Primavera Sound, y la gira de reunión de Suede podríamos concluir que el britpop vuelve. Si sumamos que Blur podrían grabar disco este año; que Beady Eye, la banda de Liam Gallagher, estrena largo, y que, probablemente, también veamos el debut de Noel, parece una regresión. Curiosamente, Oasis, la banda más longeva de aquella historia, es la única que, como tal, no permanecerá en activo este año. Tal vez hartos de esperar que su legado musical sea reivindicado por las nuevas generaciones —las jóvenes bandas indies parecen más interesadas en recrear el sonido de June Brides que el de Elastica— o que la coyuntura propicie un estado de euforia similar al vivido con la llegada de Blair al poder y el frenesí de champán y cocaína que siguió a la salida de la crisis de 1992. En 1995 el britpop fue denostado por nostálgico y revivalista. En 2010 tal vez sea celebrado por lo mismo. Sea como sea, algo de anglofilia irá bien, que ya cansa tanta banda que huele a establo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de enero de 2011