Estos dos años hemos visto la popularización de algunas drogas legales en algunos países que parecen poseer las propiedades de las prohibidas, con todo el jaleo que eso conlleva. Primero fue la metadrona, un estimulante de la familia de las anfetaminas. Fabricado en China y accesible online (el gramo sale por unos 20 euros), se supone que es legal, aunque no se recomienda el uso en humanos. Como los perros aún no saben manejarse con el ADSL, son las personas las que tienen que tomarse la molestia de comprarla. Esnifada o diluida en líquidos, sus efectos son similares a los del éxtasis, aunque su bajón es incluso peor. Puede provocar psicosis, arritmia y hasta la muerte. Otra droga, la salvia divinorum (SD), ha saltado de los fanzines a la prensa rosa gracias al vídeo en el que aparece Miley Cyrus fumándola. Se calcula que 1,8 millones de norteamericanos la consumen. Sus efectos, alucinógenos, van de las experiencias introspectivas agradables al terror alarmante. Sus propiedades psicoactivas solo pueden ser experimentadas en la oscuridad y en silencio. Reino Unido estudia declarar la metadrona ilegal. La distribución y venta de la SD lo es en España desde 2004.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de enero de 2011