El diario EL PAÍS publica en su edición del 7 de enero un obituario dedicado a mi tía, Angelita Cuesta Rodríguez.
La fotografía que ilustra el texto, en cuyo pie reza su nombre, es en realidad una de mi madre, Carmen Cuesta Rodríguez, fallecida el pasado 16 de octubre y a quien EL PAÍS dedicó dos obituarios. La foto en cuestión está hecha en las tapias del cementerio del este de Madrid, junto a la placa que rinde homenaje a las Trece Rosas.
En el texto, que cita fuentes de la agencia Efe, se afirma que mi madre fue detenida en Madrid "junto a su hermana tras el fusilamiento de las Trece Rosas". Mi madre fue detenida en Madrid, junto con varias decenas de jóvenes de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), el 14 de mayo de 1939. Las Trece Rosas, sus compañeras de militancia y de prisión, fueron fusiladas el 5 de agosto de 1939. En otras informaciones publicadas leo que mi abuelo, Alfonso Cuesta Santamaría, fue fusilado en Madrid el 15 de noviembre de 1939 por dar cobijo a soldados de la República. Mi abuelo fue fusilado por su militancia en el Partido Comunista de España. Les agradecería estas precisiones porque cuando se habla de memoria histórica, y sobre todo de personas desaparecidas, que no pueden relatar ya esa parte de nuestra historia, es preciso hacerlo con rigor para que se conozcan los hechos como realmente fueron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de enero de 2011