Piers Morgan estrena el próximo lunes en CNN su programa de entrevistas con una invitada de excepción: Oprah Winfrey, la mujer más poderosa en el negocio audiovisual. Pero la reina de la televisión también necesita dar visibilidad a su último gran proyecto: Own.
La cadena de cable de Winfrey, que arrancó el 1 de enero pasado, es una apuesta arriesgada, incluso para una persona que con su palabra es capaz incluso de elegir al presidente de EE UU. La audiencia media asciende a 1,16 millones de espectadores, según datos de Nielsen, y el primer fin de semana alrededor de 13 millones estuvieron en algún momento pendientes del debut de Own. Lo difícil comienza ahora y las próximas semanas servirán para ver si esos primeros datos son fruto de la curiosidad y si la marca Oprah es capaz de arrastrar la audiencia hacia espacios de otros presentadores, como Gayle King. De momento ya tiene garantizados 200 millones de dólares en publicidad (155 millones de euros).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de enero de 2011