El comité de empresa de Finsa Inama, la fábrica de aglomerado de madera ubicada en Urdaibai, aseguró ayer que el traslado de la factoría es "la mejor solución" para garantizar que continúe su actividad. Los trabajadores, que rondan el centenar, temen el cierre, ya que Inama es la única de las cerca de 300 empresas más contaminantes en Euskadi que tiene anulada la Autorización Ambiental Integrada, el requisito impuesto por la UE para que funcione. Hoy, además, se repite el juicio contra dos ex gerentes que fueron absueltos de un delito contra el medio ambiente en abril pero a los que la Audiencia de Vizcaya volverá a sentarles en el banquillo tras aceptar los recursos de la Fiscalía y los vecinos, que pedían tres años de cárcel para cada uno de ellos y el cierre un año de la fábrica.
El comité de empresa dijo ayer que, sin la autorización ambiental, el cese de la actividad "es inminente si no se toman medidas por parte de la dirección de Inama". El traslado es una solución que planteó hace más de tres años el Departamento de Medio Ambiente para zanjar el conflicto con los vecinos, que protagonizan quejas desde hace 18 años por el ruido y las emisiones de la planta. La dirección siempre se ha negado a ello, al igual que los trabajadores, que en noviembre plantearon por vez primera a Medio Ambiente que la solución era el traslado. El comité, alineado hasta ahora con la empresa en este conflicto, criticó ayer la "dejación empresarial" y la "nula iniciativa institucional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2011