El control parental llega al automóvil. Se llama Tiwi y es un aparato que se coloca en el parabrisas del automóvil y que advierte al conductor si va demasiado deprisa, no se ha colocado el cinturón o conduce agresivamente.
Fue presentado en la última feria CES de Las Vegas y su mercado son los padres, que así pasarán de vigilar con videocámaras al bebé a vigilarlo con Tiwi cuando crezca (en EE UU se conduce desde los 16 años). Aparte de advertir al conductor, envía al instante alertas al móvil o al ordenador de los padres cuando el hijo sobrepasa los límites de velocidad. Todo a partir de 250 euros y una tarifa mensual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de enero de 2011