El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, está convencido de que la prohibición de fumar en los bares cambiará el paisaje de la ciudad y ya se imagina un Madrid lleno de terrazas todo el año como en otras ciudades europeas, entre las que destacó París.
Gallardón aseguró que está dispuesto a "favorecer en todo lo posible" la instalación de terrazas, por lo que no contempla modificar la ordenanza municipal que las licita al considerar que puede dar respuesta a las necesidades que plantee la ley antitabaco. Esta, sin embargo, impide que las terrazas estén completamente cerradas -como lo están muchas en la capital francesa-, y obliga a no tener más de tres lados, incluido el suelo, para poder fumar.
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Pero Gallardón confía en que entre las estufas y la inventiva de los hosteleros se aumente la presencia de ciudadanos en la calle. "El otro día vi a los clientes de una terraza en la calle Jorge Juan fumando y con cara de mucha satisfacción", añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de enero de 2011