La celebración de primarias para que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC)decida quién será su candidato a la alcaldía de Barcelona es una buena noticia para el maltrecho prestigio de la política. La ex consejera de Justicia Montserrat Tura, que le disputará el liderazgo al actual alcalde Jordi Hereu, siempre ha sido una gran defensora de la conveniencia de estas elecciones, las primeras que efectúa el PSC. Ahora el aparato del partido ha prestado oídos a sus peticiones y ha hecho de la necesidad virtud. Y es que el socialismo catalán precisaba un revulsivo tras su histórica derrota en las autonómicas y el cambio de filas de Ferran Mascarell, socialista y eterno aspirante a alcalde, que Artur Mas fichó como consejero de Cultura del Gobierno de CiU.
MÁS INFORMACIÓN
- Las primarias socialistas en Barcelona se celebrarán el 19 de febrero
- Un edil del PSC encabeza una alternativa a la alcaldesa de L'Hospitalet para competir en primarias
- El PSC organizará un cara a cara público entre Hereu y Tura el 11 de febrero
- Montilla acusa a Mas de crear "alarma social" con los recortes
Los socialistas llevan 33 años gobernando Barcelona y han perdido la Generalitat. Ahora -a la espera de un nuevo liderazgo- corren el riesgo de perder la capital catalana, donde el PSC está ocho puntos por debajo de CiU. En este contexto, el aparato ha dado el sí a las primarias, después de haber intentado por todos los medios posibles que Hereu desistiera de presentarse como candidato. Si el PSC se rigiera por el reglamento del PSOE, las primarias no se celebrarían, puesto que no están previstas allí donde gobierna el partido. Entre esas especificidades figura también que el aspirante debe presentar un 40% de avales de afiliados de Barcelona, lo que puede ser objeto de reducción.
El modelo que hasta ahora ha gobernado Barcelona toca a su fin si no se renueva. El actual alcalde presenta un balance jalonado de errores, a pesar de su sobresaliente gestión económica. Es cierto que Hereu ha gobernado en minoría -junto a ICV- y que se ha visto sometido al vaivén caprichoso de los votos de la oposición de CiU y ERC en temas como el referéndum para reformar la Diagonal. También es verdad que no han faltado las ocurrencias propias, como la de los Juegos Olímpicos de Invierno en épocas de cambio climático.
Ahora la celebración de primarias en el PSC debe obligar a los candidatos a presentar modelos de ciudad y a pensar proyectos. Decir que "Barcelona no se merece este espectáculo", como ha hecho CiU en respuesta a las primarias, es dar por buenas las dinastías que se han instalado en Convergència, donde nadie discute lo que la dirección decide. Así que bienvenidas sean las primarias, aunque sea por estado de necesidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de enero de 2011