Las Damas de Blanco seguirán existiendo mientras haya en Cuba "un solo hombre preso por ser distinto o pensar diferente". Así lo señaló ayer la portavoz de este colectivo, Melva Santana Ariz, al recibir el Premio Convivencia de la Fundación Manuel Broseta, en nombre de las esposas, hijas y hermanas de los disidentes encarcelados por el Gobierno de Fidel Castro en 2003.
El presidente del jurado, el ex diputado Miquel Roca, recordó que a Broseta "le arrebataron la vida por ser un símbolo de libertad", y por ello "no había mejor destinatario" del galardón que un colectivo que intenta defenderla. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, apuntó que los derechos humanos "no son negociables" y es "responsabilidad de todos hacer que se cumplan".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de enero de 2011