Fin a las alegrías del Sevilla en la Liga. Bien por sus eternos problemas en la defensa, excelentemente aprovechados por Callejón, bien por los méritos de Kameni, el portero de un Espanyol con cuajo y excelentes maneras, el Sevilla vio truncada su recuperación en la Liga ante un rival directo, lo que complica mucho sus aspiraciones a recuperar una plaza europea. Ni los buenos momentos de Kanouté, Luis Fabiano o Navas salvaron en esta ocasión a su equipo, sin un patrón común ni un juego colectivo al que asirse, con el centro del campo, una vez más, demasiado expuesto ante su adversario.
Con Sergio Sánchez en la convocatoria por primera vez desde su dolencia cardiaca, un año y 15 días después de que tuviera que abandonar el fútbol, Manzano dotó a su equipo de un cariz netamente ofensivo con sus dos mejores delanteros, Kanouté y Luis Fabiano, en punta.
SEVILLA 1 - ESPANYOL 2
Sevilla: Javi Varas; Cáceres, Alexis, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora (Alfaro, m. 85), Romaric, Perotti (Capel, m. 63); Kanouté y Luis Fabiano (Negredo, m. 71). No utilizados: Dani; Sergio Sánchez, Renato y Acosta.
Espanyol: Kameni; Chica, Forlín (Amat, m. 46), Víctor Ruiz, Didac; Baena, Javi Márquez (Duscher, m. 60); Luis García, Verdú, Callejón; y Álvaro (Iván Alonso, m. 85). No utilizados: Cristian Álvarez; Raúl Rodríguez y Dátolo.
Goles: 0-1. M. 40. Callejón. 0-2. M. 78. Callejón. 1-2. M. 91. Negredo.
Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Forlín, Luis García y Alexis.
Unos 40.000 espectadores en el estadio Sánchez Pizjuán.
El problema radicó en que esta superioridad duró exactamente 20 minutos. Después de que Kameni salvara un gol ante Luis Fabiano y Navas desaprovechara una ocasión clarísima a pase de Kanouté, el Sevilla perdió fuelle al tiempo que el Espanyol ganaba la posesión del balón, siempre bien colocado y con un encomiable espíritu solidario. Con el partido igualado, Javi Márquez dio sentido con un gran pase a una espectacular diagonal de Callejón. El remate del delantero del Espanyol resultó inapelable.
Lo intentó el Sevilla. Lanzado en busca del empate por la banda de Navas mientras que el Espanyol, bien colocado, sin prisas, escoltado ahora por Duscher, capeaba el temporal con oficio, tanto que primó el toque y el equilibrio de un equipo que ha birlado al propio Sevilla una posición de privilegio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de enero de 2011