Los tres vertidos de crudo (160.000 litros) que Repsol causó en la costa de Tarragona en los últimos tres meses han forzado a la compañía a acelerar la inversión de 130 millones de euros para reducir el riesgo de fugas. Esta cantidad se destinará a modernizar el grueso de las instalaciones de la petrolera en la provincia, en su mayoría construidas hace unos 30 años y cuya renovación Repsol planeaba concretar la próxima década.
"Las circunstancias nos han llevado a acelerarla", admitió ayer el presidente de la compañía, Antoni Brufau, que se reunió en Tarragona con representantes del Gobierno y alcaldes de la zona para abordar la inquietud ciudadana ante estos incidentes.
Repsol satisfizo así las expectativas de los alcaldes, pero abrió el interrogante de si la compañía había descuidado el mantenimiento de sus instalaciones. "Con estas inversiones habríamos evitado los vertidos", reconoció Brufau.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de enero de 2011