Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Una asociación acusa al Icub de "hipotecar" el Born

El Ayuntamiento aprobará hoy el proyecto ejecutivo

El Torn del Born, la asociación que se opone frontalmente desde hace dos años a los planes del Ayuntamiento para convertir el antiguo mercado en un centro cultural que explique la ciudad del siglo XVIII, acusó ayer al Icub de "haberse desentendido de las propuestas del equipo arquitectónico responsable de imponer sus criterios particulares", algo que, según la asociación, propició la dimisión de Rafael Cáceres, uno de los arquitectos vinculados al proyecto desde sus orígenes. Hoy está previsto que la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona apruebe el proyecto ejecutivo de reforma del interior.

Los arquitectos Conrado Carrasco y Francesc Fàbregas, vecinos del barrio y miembros de la asociación, tras asegurar que la "restauración de la estructura es impecable", afirmaron: "los cambios que se están llevando en el interior están destruyendo uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad e hipotecan su utilización". Según ellos, "el Icub quiere imponer las ruinas sobre el edificio en un proceso de conservación que, desgraciadamente, no se corresponde con la destrucción que se ha realizado en la Ribera, donde manzanas más antiguas se han derribado".

Ayer presentaron, por segunda vez, su proyecto alternativo, en el que las ruinas quedan, visitables y musealizadas, ocultas bajo un espacio a nivel de calle que se utilizará para "actividades culturales y comerciales".

Fuentes del Icub negaron todas las acusaciones e insistieron en que siempre se ha informado a todo el mundo que lo ha pedido.

Desde la dimisión de Cáceres en julio pasado, el proyecto de reforma sigue bajo la dirección de su socio, Enric Soria. "La dimisión de Rafa es una cuestión dolorosa, no estaba cómodo con la situación, pero su marcha no afectará al proyecto y no hay que darle más importancia que la personal", explicó el arquitecto dolido con la actitud de El Torn del Born. "Hago un trabajo serio y complicado y todas estas cosas son difíciles de explicar, pero siempre que me lo han pedido lo he hecho. No entiendo su poca disposición a oír y modificar sus obsesiones", dijo Soria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de enero de 2011