Un centenar de delegados sindicales de CC OO, UGT e Intersindical Valenciana se concentraron ayer a las puertas del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Valencia para protestar contra la propuesta del Gobierno de retrasar de forma obligatoria la edad legal de jubilación a los 67 años. Una decena de los sindicalistas se acomodaron en el interior de las dependencias.
Los secretarios generales de los tres sindicatos rechazaron por inútil el retraso de la edad de jubilación, pero los tres se mostraron esperanzados en torno a la posibilidad de alcanzar un gran pacto social de largo alcance que permita salvar la jubilación a los 65 años.
Paco Molina, de CC OO, comentó que la movilización persigue "presionar para que llegue el calor y el empuje" de las organizaciones sindicales hasta la mesa de negociación con el Gobierno y la patronal. Molina apostó por "un acuerdo social y político de largo recorrido y carácter estratégico" para enderezar el rumbo de la economía.
Conrado Hernández, de UGT, también abogó por "un pacto global por la situación económica que atraviesa España, que tenga toda la lógica del mundo y que defienda unas pensiones públicas progresistas". "Ha de ser un pacto en beneficio de la clase trabajadora de este país", añadió.
Adel Francés, de Intersindical Valenciana, aseguró que respalda la "posición negociadora" de los dos sindicatos mayoritarios con el Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de enero de 2011