Hicieron falta café y vino en el corto descanso para soportar los cero grados que hacía anoche en la plaza de Oriente. Madrid celebró el 70º cumpleaños del que ha llevado el nombre de la ciudad por medio mundo: Plácido Domingo. El Teatro Real puso la pantalla gigante, y el Ayuntamiento, 1.500 sillas. Los que se iban tiritando dejaban sus localidades a los que llegaban con retraso. El tenor sonreía desde el palco real del teatro, con la reina Sofía a su lado. Sus amigos desgranaron desde el escenario las arias de su vida. Al final llegó el momento del balcón. Domingo se reencontró con su gente y su gente le cantó el Cumpleaños feliz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de enero de 2011