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CARTAS AL DIRECTOR

Elogio de Arguedas

Buenos Aires, Argentina

El homenaje que rinde Ariel Dorfman a José María Arguedas (EL PAÍS, 18 de enero de 2011), en el centenario de su nacimiento, merece recordar la opción por el castellano sobre el quechua materno que el notable escritor peruano fundó en un manifiesto, La novela y el problema de la expresión literaria en el Perú, de enero de 1950. Arguedas, luego de leer Segundo Sombra de Güiraldes y Tungsteno de Vallejos, vislumbró que el castellano permitía expresar simultáneamente el espíritu americano y el alma universal. De algún modo, su elección fue la culminación del proceso que inició Bernardino de Sahagún en México en 1590, cuando optó por alfabetizar el nahuatl y lo eligió sobre su castellano materno para escribir su Historia general de las cosas de Nueva España, proceso que transformó el idioma de un pueblo recién llegado en lengua de un continente. La universalidad de la lengua iberoamericana por antonomasia debe sostenerse en los cientos de lenguas indígenas. porque ellas son herramientas de la diversidad cultural, tan valiosa como la diversidad biológica para la construcción del futuro, como demostró Arguedas en su extensa y rica producción literaria y recuerda Dorfman en su excelente nota.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de enero de 2011