A punto de terminar el primer encuentro turístico del año que supone FITUR, hemos realizado la toma de temperatura de la actividad turística mundial y las vibraciones que recibimos son esperanzadoras y pueden significar haber tocado fondo e iniciar la senda de la recuperación esperada por todos. Nuestra experiencia del año anterior, en el que se sucedieron acontecimientos inéditos en la historia, nos impide ser imprudentemente optimistas y nos obliga a pisar suelo seguro en todas nuestras previsiones. Pero los indicadores nos muestran datos positivos que no podemos dejar de valorar.
Por un lado tenemos datos generales sobre mercados europeos continentales tan importantes como el alemán, belga y holandés que ya están alcanzando para el verano 2011 cifras de ventas que igualan los niveles de los años anteriores a la crisis.
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Por otro lado, nuestro principal mercado extranjero, el británico, muestra por primera vez en muchos años cifras positivas de reservas, acumulando ya en enero un incremento del 11% de las ventas para el verano. Los touroperadores británicos han constatado que enero está siendo el mejor mes en ventas desde hace varios años, lo que nos hace ser optimistas sobre crecimientos próximos superiores a estas cifras. Además, no podemos negar que la situación política de Túnez afectará a las reservas de nuestra competencia en el norte de África y muchos touroperadores ha anunciado ya cancelaciones totales de la programación de verano hacia estos puntos.
El último pilar en el que sostener nuestras buenas vibraciones recae en el mercado nacional del que todavía no podemos tener percepciones fiables. Las ventas para el verano no están abiertas y los españoles reservan en fechas mucho más próximas a las vacaciones contratadas. El mercado nacional es un mercado fiel a unos destinos cercanos y accesibles como nosotros y hemos conocido que nuevos operadores del mercado nacional se incorporan a la escena turística en esta temporada de verano. La primera fecha clave, la cita de San Valentín, de nuevo supone un éxito para la actividad hotelera con ocupaciones prácticamente completas en este momento.
Todo ello hace encarar la nueva temporada con ánimo a pesar de los difíciles meses de invierno y del repunte de la estacionalidad. Los proyectos emanados del empresariado como el turismo senior europeo y nuestra demanda incesante de incremento de las plazas del programa de vacaciones para mayores en España, pueden contribuir a paliar los efectos de esta estacionalidad hasta la completa recuperación de los mercados internacionales.
Por nuestra parte, los hoteleros de Benidorm y de la Costa Blanca seguimos preparándonos para dejar atrás la recesión y no hemos dejado de mejorar nuestros establecimientos, manteniendo los niveles de inversión incluso en los momentos más duros de esta crisis.
Pero también hay sombras como el precio del petróleo que pueden empañar la ansiada recuperación. Por ello no tenemos otra alternativa que seguir trabajando y colaborando para acelerar las recuperaciones anunciadas, pero paso a paso, sin falsos optimismos ni pesimismos, y consolidando estos avances día a día y reserva a reserva.
Antoni Mayor es presidente de la patronal hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec)
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de enero de 2011