El homenaje al pontevedrés Xoán Manuel Pintos, precursor del resurgir de la literatura gallega en el siglo XIX, reunió en la ciudad del Lérez a los miembros de la Real Academia Galega (RAG), que celebraron un pleno extraordinario como homenaje al autor. "La figura de Pintos está destinada a crecer", resumió el presidente de la institución, Xosé Luís Méndez Ferrín, en el primer acto de los que celebrarán en Pontevedra el bicentenario del nacimiento del autor.
Varios académicos tomaron la palabra para analizar la figura de Pintos, en el que fue el primer pleno de la institución en Pontevedra desde 2003. El primero en hablar fue Xosé Luis Axeitos. "Todo comenzó con él", afirmó, en referencia a su labor en pro del gallego. "Él desempolvó a
Sarmiento", dijo, alabando el interés de Pintos por esta figura capital de la defensa del gallego en el siglo XVIII. Le siguió en el atril Rosario Álvarez. De la obra fundamental del homenajeado, A gaita gallega, publicada en 1853, destacó la "modernidad sorprendente" que destila, y recordó su estructura, que mezcla prosa y verso en un diálogo entre dos personajes, un gaiteiro que enseña a un joven lo que es Galicia y su idioma. Con ese pretexto, señaló, Pintos establece el primer intento de fijar una escritura culta en una lengua sin norma.
Xosé Ramón Barreiro centró su discurso menos en Pintos y más en el contexto político de la época. Citó el liberalismo como ideología en la que tiene el germen el galleguismo político, antes de dar paso a Xesús Alonso Montero. "Pintos aún espera por los editores, exhumadores y críticos", defendió. Se refirió así a la labor incompleta de estudio de su figura que llevó a cabo Isidoro Millán hasta 1975, año en que se dedicó a Pintos el Día das Letras Galegas. Después emplazó a los estudiosos a adentrarse en el archivo bibliográfico que acumuló Millán. También defendió la calidad literaria del pontevedrés, inferior según reconoció a la de quienes le tomaron el relevo -Rosalía, Curros o Pondal-.
Cerró el acto Ferrín, que vaticinó que Pintos conocerá en próximos años "la interpretación que la segunda mitad del siglo XXI le debe". En un acto previo con el alcalde pontevedrés, Miguel Anxo Fernández Lores, se refirió a la polémica creada por el uso del gallego en el Senado: "Me parece raro que haya alguien normal que no lo entienda".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de enero de 2011