Cuando los agentes de la Policía Nacional entraron en la casa encontraron a la mujer con las manos atadas a los pies con cinta adhesiva y la cabeza cubierta por un trozo de tela que apenas le dejaba respirar. Llevaba varias horas inmovilizada en su domicilio, y tuvo que ser hospitalizada de inmediato.
Dos compañeros de piso, un hombre y una mujer de 28 y 26 años, ambos marroquíes -al igual que la víctima- a los que había denunciado el día anterior por un intento de agresión, la habían abandonado en ese estado tras quemarla con un cuchillo incandescente e intentar matarla, según la policía. Los hechos sucedieron en Lorca (Murcia). Fue otra de las personas que vivía en esa casa la que dio la voz de alarma.
Al parecer la mujer sabía que sus agresores traficaban con drogas, según señalan fuentes policiales, y los iba a denunciar por ello. Ya lo había hecho por una primera agresión del día 20 de enero. Tras la denuncia, el hombre y la mujer no regresaron al domicilio, por lo que la policía no pudo encontrarlos. Al día siguiente, cuando los agresores volvieron a la casa, fue cuando torturaron, maniataron y amordazaron a la víctima. La policía los detuvo el domingo por intento de homicidio y se prevé que pasen a disposición judicial hoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de enero de 2011