El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, anunció ayer que buscará una postura "de país" para defender la caja gallega. El líder nacionalista se reunirá con los partidos y entidades sociales para "tomar la iniciativa" a fin de detener "el segundo asalto" del Gobierno central a la entidad financiera. "Ahora vienen a por la caja gallega, quieren hacerse con el ahorro de este país", alertó.
El BNG fue el partido que se mostró ayer más combativo con el anuncio de Salgado. Si Vázquez hablaba de "asalto", el portavoz parlamentario, Carlos Aymerich, aseguraba que "hay un designio político para acabar con las cajas de ahorros y entregarlas a la banca privada". Detrás de esta decisión del Gobierno central, Aymerich localizó un interés: el de acabar con el modelo de cajas "porque no se pueden comprar y vender como un banco" y complacer así a las grandes entidades financieras "que vienen reclamando esto desde hace años". "Creo que Zapatero ya vendió su alma al diablo", censuró el portavoz nacionalista. Aymerich criticó también que el Gobierno presente ahora "unas exigencias que nadie va a cumplir", a pesar de que el Banco de España aprobara la fusión hace unos meses.
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La acción de los nacionalistas en el Parlamento gallego en contra del decreto pasará por mantener una caja gallega, pero también por defender las competencias de Galicia en materia financiera. El decreto, aun sin conocer su redacción, supone "una flagrante invasión de competencias" para los nacionalistas. Por eso, su objetivo es llevarlo ante el Tribunal Constitucional.
"Galicia tiene que moverse y Feijóo tiene que mojarse", sintetizó el portavoz. Aymerich cargó contra el silencio del presidente de la Xunta quien, sospecha, va a practicar "una política de hechos consumados" y moverá ficha una vez ya no pueda hacer nada. Después de conocer que no ha pedido aún comparecer en el Parlamento, Aymerich tachó de "clamoroso" el silencio de Feijóo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de enero de 2011