Pere Puig, el albañil de Olot (Girona) que mató a cuatro personas el pasado 15 de diciembre en dos acciones distintas, tardó siete segundos en acabar con la vida de dos trabajadores de la Caja de Ahorros Mediterráneo. En las imágenes, grabadas por la cámara de seguridad de la entidad financiera, se le ve entrar con un rifle en la mano y vestido con ropa de camuflaje, apuntar y disparar tres veces.
Después del doble asesinato, la grabación muestra cómo Puig sale de la sucursal y se entrega a un policía local que en aquel momento estaba multando su coche, mal aparcado cerca de la entidad bancaria. Diez minutos antes, Puig había matado a tiros a su jefe y al hijo de este en un bar donde estaban desayunando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de febrero de 2011