Vicente Rambla, vicepresidente y consejero de Industria, se rodeó ayer de un centenar largo de representantes patronales y de institutos tecnológicos para presentar un balance de los planes de competitividad que se agotan este año y aprovechó la ocasión para plantear "una reflexión". Rambla aseguró que la Generalitat tiene "voluntad manifiesta" de renovar fórmulas de estímulo para mejorar la productividad del tejido empresarial valenciano. Aludió a la Estrategia de Política Industrial acordada con patronales y sindicatos hasta 2015 para fomentar la innovación y la salida al exterior de los industriales valencianos. Y sugirió: "Hay que fijar nuevas prioridades como iniciativas directas para dinamizar el consumo. Se ha hecho para algún sector", en alusión al automóvil, "y ya es hora de hacerlo para otros". El vicepresidente deslizó que "es necesario pedir incentivos fiscales", que escapan a sus competencias, "e incentivos al consumo". "Las empresas han trabajado por ser más competitivas, ahora la sociedad debe dinamizar el consumo", concluyó.
Las biotecnológicas prevén multiplicar el negocio por cinco hasta 2014
Los planes de competitividad que puso en marcha el Consell en 2005 de acuerdo con las distintas patronales sectoriales tienen vigencia hasta finales de año. La Generalitat aportó 60 millones de euros en una primera fase hasta 2007 y otros 148 millones desde 2008 y hasta finales de 2011. Patronales de 21 sectores, 14 de ellos consolidados y otros siete emergentes, han estimulado iniciativas de formación, innovación de productos y procesos, o fórmulas de cooperación empresarial.
Rafael Ferrando, presidente de la patronal autonómica Cierval, apuntó en el mismo acto que "la globalización que nos afecta es la gran oportunidad que tenemos"; asumió que para lanzarse al exterior es preciso tener cierto tamaño; e instó la cooperación entre empresas de sectores consolidados con otras vinculadas a nuevos sectores emergentes en una suerte de "simbiosis entre sectores" estimulada por "organizaciones empresariales abiertas".
Carlos Simón, presidente de la asociación de empresas valencianas de biotecnología Bioval, propició la reflexión al destacar el éxito y de algunas experiencias de cooperación con empresas del sector textil. La industria asociada a la biotecnología en sus diversas vertientes ha consolidado uno de los sectores emergentes por excelencia en la Comunidad Valenciana. Simón explicó que la cincuentena de empresas asociadas a Bioval prevén multiplicar por cinco su facturación en los próximos cuatro años para alcanzar unas ventas conjuntas en torno a 600 millones de euros en 2014. Ese crecimiento iría acompañado de la generación de unos 3.500 empleos en puestos de trabajo que requieren una formación específica de alto nivel, según el presidente de Bioval.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de febrero de 2011