El próximo lunes se cierra la votación de los académicos del cine para los Premios Goya. Ha habido tiempo para reflexionar, aunque también habrá quien haya decidido a bote pronto las películas que finalmente resultarán ganadoras; quien más y quien menos habrá sido zarandeado por el tsunami que en las últimas semanas ha vapuleado al cine español. ¿Podría la película de Alex de la Iglesia, la que precisamente tiene más candidaturas, salir mal parada por su actitud en las últimas semanas? No sería esta la primera vez que una película presuntamente aclamada acabara yéndose de los Goya con las manos vacías. En este caso, si la película de Alex no resultara triunfalmente ganadora, podría entenderse como un castigo al impetuoso proceder del presidente, y si ganara, como un aplauso precisamente a su conducta. Los designios de los académicos son inescrutables, lo cual no deja de darle morbillo a la cosa.
Pase lo que pase, los chismorreos para todos los gustos están en ebullición. Esta ha sido una semana repleta de comentarios sobre la Academia, la ministra, las famosas descargas, lo malo o bueno que es el cine español... y hasta se convoca en Internet una manifestación con el lema "Démosles entre todos una gala que no puedan olvidar"... Hay pronósticos apocalípticos, el cine como espectáculo está en extinción, todos lo estamos, se asevera. Y en medio de tal follón, la brava Isabel Coixet propone resistencia e imaginación, emplazando a sus colegas a que hagan cine en cualquier formato y manera. Los autores no deben rendirse, y la industria debería reciclarse. Ay, los autores, siempre protagonistas... Tiempos difíciles para los miles de personas que trabajan en esta industria, si los autores se ponen a expresarse por medios técnicos domésticos ¿Seguirán las películas interesando y siendo descargadas de estar hechas con medios tan modestos?
El galimatías en que vivimos habla del caos que conlleva la revolución en la que estamos. La técnica avanza implacable, mientras parloteamos y chismorreamos... Va a ser cierto lo de la extinción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de febrero de 2011