Después de toda una primera vuelta sin ganar en casa, el Almería ha conseguido dos triunfos consecutivos en su estadio en la segunda. Lo ha logrado el conjunto andaluz, además, en dos encuentros cuyo guion ha calcado. Toma ventaja rápidamente en el marcador y luego ve cómo el rival, hace dos semanas Osasuna, ayer el Espanyol, se le sube a las barbas y está a punto de conseguir el empate. Su victoria, a fin de cuentas, pone al rojo vivo la zona de descenso y deja tocado a un Espanyol que pierde pujanza en su afán por acercarse a la zona de la Champions.
Al conjunto catalán le costó entrar en el partido. Especialmente, a Kameni, quien falló de forma clara en los dos primeros goles del Almería. En 20 minutos en los que cada acercamiento rojiblanco acababa en gol, se vio el Espanyol con un contundente 3-0 en contra. Entonces, con todo aparentemente perdido, se puso a jugar como sabe. Márquez y Verdú se hicieron dueños del balón ante un Almería al que los partidos se le hacen largos. Poco a poco, su dominio se hizo abrumador, hasta el punto de que Verdú acortó distancias.
ALMERÍA 3- ESPANYOL 2
Almería: Alves; Míchel, Marcelo Silva, Acasiete, Jakobsen; M'Bami, Bernardello; Uche (Vargas, m. 56); Piatti, Crusat (Feghouli, m. 83); y Ulloa (Goitom, m. 89). No utilizados: Esteban; Pellerano, Corona y Ortiz Bernal.
Espanyol: Kameni; Chica, Galán, Amat, David García; Forlín (Álvaro, m. 42), Javi Márquez; Luis García (Dátolo, m. 58), Verdú, Callejón (Iván Alonso, m. 79); y Sergio García. No utilizados: Cristian Álvarez; Javi López, Manu Molina y Raúl.
Goles: 1-0. M. 5. Marcelo Silva. 2-0. M. 6. Uche. 3-0. M. 18. Bernardello. 3-1. M. 33. Verdú. 3-2. M. 49. Álvaro.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Galán, Forlín, Crusat, Verdú, M'Bami, Vargas, Míchel y Alves.
Unos 12.000 espectadores en el estadio Juegos Mediterráneos.
Tocado, el Almería se limitó a esperar al Espanyol en su propio campo, aferrado siempre al recurso de las carreras de Piatti y Crusat. Cuando los veloces extremos no están en su mejor momento, como se demostró ayer, el Almería sufre, pues se parte por el centro y apenas es capaz de mantener la posesión del balón. Esa debilidad, ante un equipo como el Espanyol, se paga.
Pochettino, al que la baja de Osvaldo le ha alborotado los esquemas, realizó un cambio inteligente al mandar a la banda derecha a Sergio García y colocar a Álvaro como delantero centro. El canterano, de movimientos rápidos y desmarques certeros, hizo el segundo gol del Espanyol y abrió una fase del partido angustiosa para el Almería. Cascado por un enero en el que alternó la Liga y la Copa, vio cómo el dominio blanquiazul se hizo atosigante. El propio Álvaro tuvo la oportunidad de empatar al quedarse solo ante Alves, pero su disparo se marchó al lateral de la red.
Respiró Oltra en la banda y dio entrada a Vargas para reforzar un centro del campo donde Bernardello y M'Bami habían mostrado la bandera blanca. Sin aliento, atrincherado en su área, el Almería resistió y, con ello, alimenta su fe en la salvación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de febrero de 2011