He sido fumador durante muchos años. Lo dejé cuando el médico me dijo que tenía un cáncer de garganta. Hoy soy un laringectomizado que pertenece a la Asociación ALLE. En ella aprendí a hablar después de la operación. Hoy colaboro con ella aportando mi experiencia para ayudar a todos aquellos nuevos laringectomizados en su nueva forma de vida. No debemos de olvidar que somos pensionistas con una gran incapacidad.
Estoy preocupado. Al parecer, nuestra Asociación ALLE está a punto de desaparecer. Algunas instituciones nos están rebajando drásticamente las pocas y escasas subvenciones que teníamos. Otras nos la quitan directamente. Mientras, los políticos que las dirigen no se rebajan ni un solo euro.
La Asociación ALLE y los que en ella trabajamos somos necesarios. Sin ella, ¿quién va a cuidar de nosotros?, ¿quién va a enseñarnos a hablar?.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de febrero de 2011