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Michael Moore denuncia a la distribuidora de 'Fahrenheit 9/11'

El documentalista Michael Moore quiere su dinero. En concreto los cerca de dos millones de euros de beneficios que le corresponden de su obra de más éxito, Fahrenheit 9/11, y que según la denuncia que presentó el lunes en el tribunal de Los Ángeles le deben los hermanos Harvey y Bob Weinstein. Sus hasta ahora valedores -y hombres detrás de gran parte de la filmografía de Moore- son ahora los malvados de la película a ojos del cineasta, acusados de violación de contrato y fraude.

Según el ganador del Oscar al mejor documental por esta obra, el sello The Fellowship Adventure Group y el autor acordaron repartirse al 50% las ganancias de un filme que, producido por 4,3 millones de euros, recaudó 162,726 millones en la taquilla internacional. La denuncia señala que la auditoría realizada en 2008 sobre las cuentas de la producción de 2004 mostró "irregularidades de peso" como un 7,5% de gastos publicitarios (unos 880.000 euros) cuando los Weinstein no estaban encargados de la campaña publicitaria u otros grandes dispendios en contables, consultas, impuestos o gastos de viaje "excesivos y sin justificación". Entre los gastos, la denuncia subraya el alquiler de un jet privado para el viaje a Europa de una sola persona. La denuncia llega sin una sola palabra de Moore y tras seis meses de negociaciones con unos productores que cuentan con tantos amigos como serios enemigos en la industria.

Una práctica habitual

No se trata de un caso nuevo dentro de la contabilidad de una industria conocida por sus "trucos", capaz de convertir sobre el papel a la película más taquillera en un terrible fracaso económico. El ejemplo más reciente, la última entrega de Harry Potter, que según su cuenta de gastos perdió 122 millones de euros cuando su recaudación mundial supera los 733 millones. Otro caso famoso de esta doble contabilidad fue el que presentó Woody Allen en 2002 contra sus productores demandándoles por los 8,8 millones de euros, que en su opinión le habían escatimado dinero de producciones como Balas sobre Broadway.

En nombre de los Weinstein, su abogado Bert Fields contraatacó por donde más duele, describiendo al cineasta como alguien avaricioso que ya recibió una considerable cantidad de dinero y que sólo desea más. "Debería de estar avergonzado", indicó Fields en el comunicado publicado hoy en The Hollywood Reporter.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de febrero de 2011