Cuando solo quedan poco más de cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas en España una cosa queda clara: los políticos exhiben poco sentido común.
Los ciudadanos tenemos claras nuestras prioridades que, a saber, son: el paro, la crisis económica y la clase política. Ellos, los políticos, no todos pero una gran parte, tiene solucionado el trabajo, no tienen problemas de economía ya que suelen cobrar buenos sueldos y son eso, políticos; es decir, si el tercer problema de los españoles es la clase política, para estos, con toda evidencia, no es un problema grave. Vamos que no van a tirar piedras contra su propio tejado, por pura lógica. Eso sí, no les importar tirar piedras, o lo que sea, contra todos los demás. Y mientras, los ciudadanos, que solo queremos que alguien nos ofrezca soluciones. Con lo fácil que sería darlas. Pero para ello hay que tener iniciativa, conocimientos y ganas. Y, curiosamente, entre la clase política al uso se da aquello de la selección inversa, por la que los más espabilados van a la calle y se quedan los menos preparados. Con lo bonito que sería que se preocuparan por solucionar las necesidades e inquietudes de los ciudadanos en vez de insultarse y pelearse a la mínima.
¿Todo ello no será simplemente una estrategia para mantenerse en el poder cual programa de telebasura al uso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de febrero de 2011