José Luis Rodríguez Zapatero se desquitó ayer de quienes le acusaron de no haber previsto la gravedad de la actual crisis económica y de haberse negado incluso a reconocerla cuando ya la tenía encima. La oportunidad se la brindó el informe autocrítico del Fondo Monetario Internacional (FMI) que reconoce que, entre 2004 y 2007, no solo fue incapaz de reconocer los síntomas que alertaban sobre la inminencia de la crisis económica sino que se mostró complaciente con las prácticas financieras que propiciaron la catástrofe.
Tras recordar que el FMI es la primera organización económica del mundo y cuenta con una plantilla de 1.200 economistas de primer nivel, cuya función es advertir sobre los cambios en el ciclo económico, subrayó que estos no fueron capaces de prever "ni la crisis, ni la magnitud de la misma ni el momento en que se produciría".
Zapatero se demoró en leer textualmente párrafos de informes del FMI, fechados en 2007, en los que se aseguraba que el crecimiento se mantendría indefinidamente; y otros, ya del verano de 2008, pocas semanas antes de la quiebra Lehman Brothers y el colapso financiero, en los que se decía que la crisis estaba ya "contenida".
El jefe del Gobierno se permitió ser condescendiente con el ex vicepresidente de Aznar y actual presidente de Cajamadrid, Rodrigo Rato, quien pilotó el FMI durante la etapa analizada. "Podía haber pasado lo mismo con cualquier otro director gerente", subrayó Zapatero, quien alegó que se había "desenfocado" el contenido del informe al centrarse en la supuesta responsabilidad de Rato. "Nada tiene que ver con un juicio a su gestión", insistió.
Eso sí, advirtió que, tras la lectura del informe, "alguno tendría que reflexionar", en alusión a los dirigentes del PP, y su juicio "debería ser más ponderado". La conclusión, para Zapatero, resulta es muy clara: "Las crisis económicas son muy difíciles de anticipar y prever".
Más directa aún fue la vicepresidenta económica, Elena Salgado. "Parece claro que otros que se tildan de más listos tampoco la vieron", comentó en el Congreso aludiendo a la crisis. Cuando el diputado popular Cristóbal Montoro criticó al Gobierno por su erróneo diagnóstico de la situación, los socialistas estallaron en carcajadas y en gritos de "Rato, Rato...". "Hoy no es el mejor día para hablar de previsiones económicas", le respondió Salgado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de febrero de 2011