Al emperador de Japón, Akihito, de 77 años, le fue diagnosticada ayer una arteriosclerosis coronaria tras ser sometido a una exhaustiva revisión en el hospital de la Universidad de Tokio, según informó la Casa Imperial.
Akihito, que permanece ingresado en el hospital, tendrá que someterse a medicación, aunque podrá mantener de ahora en adelante su agenda oficial y seguir jugando al tenis y caminando como hasta ahora, según sus portavoces.
El examen médico que se le realizó al emperador en el hospital de la Universidad de Tokio es debido a que el pasado 22 de enero le fueron detectados síntomas de una cardiopatía isquémica durante un chequeo médico rutinario. Akihito, que lleva tiempo delicado de salud, es desde hace 22 años cabeza del Trono del Crisantemo, la dinastía más antigua del mundo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de febrero de 2011