No acaba de remontar el vuelo el Sevilla. En Santander, en el estreno de Marcelino en el banquillo, el cuadro andaluz perdió un partido que nunca debió perder. El tercer gol cántabro, de Arana en el descuento, y tras grave error de Palop, como en el primero, sepultó las aspiraciones de un equipo que realizó una gran segunda parte, pero al que le faltó eficacia en el remate. Tanta como contención en el palco al nuevo dueño del Racing, el indio Ahsán Alí Syed, que lo celebró como un aficionado más ante José María del Nido.
La victoria del conjunto cántabro fue el colofón a un partido alocado, de mucho nervio, en el que el Sevilla mereció más para acabar pereciendo por sus graves errores en defensa, en especial de Palop.
Con el 2-0, en una primera parte alocada, vertiginosa, Christian, se pasó de revoluciones ante Dabo. Iturralde le mostró la roja y en la falta recortó distancias Fazio. El dominio del Sevilla se hizo insultante. Toño detuvo ante Luis Fabiano y Negredo se encontró con el poste. Tuvo que darse otro penalti, de Kennedy sobre Capel, para que llegara la igualada. Luis Fabiano, esta vez, no falló. Sí lo hizo Palop, en el descuento, para que se plasmara una cruel derrota.
La policía pide los papeles a los escoltas de Alí
La policía retuvo ayer, según publica El Diario Montañés , a los escoltas del nuevo presidente del Racing de Santander, el indio Alí Syed. Los agentes identificaron a los escoltas, siete personas, del magnate. Cuatro de ellos fueron retenidos por la policía "por intrusismo", ya que no pertenecen a ninguna empresa de seguridad privada y estaban ejerciendo como tal, según el periódico. Ninguno de ellos llevaba armas de fuego. Tras ser identificados, la policía dejo marcharse a los escoltas salvo a uno que salió de El Sardinero esposado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2011